Teoría de cuerdas

En el fondo de una hamaca como un pozo
desgranando una a una las luces nacientes
y escuchando el sonido de la purpurina
sentí que existía.

Por encima de mí se extendía un huso de nubes
y un hilo suelto del borde de la tela
me hacía cosquillas en la nariz.

La hamaca, como la idea, era un túnel.
Y dentro de ella / dentro de él / dentro de mí
lo veo transparente otra vez.

Observando la tarde a través de la tela
las imágenes se funden, revelándome
el cableado oculto que hace que yo esté aquí,
que el altavoz vibre en la mesa,
que mis amigos rompan la superficie del agua.

Y en este instante es evidente:
hasta el aire está hecho de cuerdas.