Metrópolis

Genios de ojos rotos hacen crucigramas en alemán
antes de ir a Geometría I
y usan por pinball la World Wide Web
(en eso último nos parecemos).

Una criatura mitológica da saltos por la calle
borracha de una botella de Klein
mientras un mago de varita-trompeta de ángel
se asoma a una salida de incendios.

Es aprender a mirar o morir.
La belleza está debajo de las piedras
y en el doble ombligo del infinito.

Y sí, la ciudad es cruel y la magia es inventada,
pero eso parece un precio justo y razonable
cuando pienso en todas las vistas que me esperan,
siempre fuera de mi alcance por milímetros,
siempre aguardando a ser descubiertas.